La postergación del tratamiento de la reforma laboral hasta febrero de 2026 ha generado una situación de incertidumbre y preocupación en una parte del sector automotor argentino. La razón es que dentro de la reforma se contemplaba la eliminación del impuesto interno que impacta en el precio de los autos 0 km más caros del mercado.
Ante la expectativa inicial de que la reforma se aprobara en diciembre, los ejecutivos de la industria e importadores no se preocuparon por el período de espera para generar ventas de autos de los segmentos más altos. Sin embargo, la realidad es que el impuesto se eliminaría a partir del primer día del mes siguiente a la sanción de la ley. Por lo tanto, al postergarse el tratamiento de la reforma a febrero, la aplicación de esa eliminación impositiva sería recién desde marzo, paralizando las operaciones de los clientes de esa gama de automóviles.
Esto ha generado una situación compleja, ya que la gente está a la espera de la baja de precios que ocurriría con la eliminación del impuesto, lo que ha paralizado las ventas de modelos que no estaban alcanzados por el impuesto al lujo. Algunas marcas, como Mercedes-Benz y Volvo, habían comunicado a sus clientes que devolverían el impuesto una vez sancionada la ley, pero ahora deben definir qué hacer.
Los expertos señalan que el Gobierno tiene en sus manos tomar una decisión que alivie esta situación. Una posible solución sería elevar el piso de la escala 2 del impuesto interno, lo que neutralizaría el impacto de la postergación y evitaría la paralización de las ventas en el segmento premium. Otra opción sería adelantar la actualización del monto mínimo de cada una de las dos escalas, como se hizo en enero de 2024 cuando una especulación menos consistente había paralizado las ventas.
"Es cierto que hasta marzo la actividad va a seguir siendo desafiante, pero creemos que una vez que haya reglas claras, el mercado se va a normalizar rápidamente", aseguró Federico Pieruzzini, importador de MG. Sin embargo, otras marcas han decidido no nacionalizar los autos que llegaron a Argentina en las últimas semanas y dejarlos en depósito fiscal hasta que se sancione la ley.
El Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de tomar medidas para evitar que la postergación de la reforma laboral paralice el mercado automotor premium. De no hacerlo, las consecuencias podrían ser graves para un sector que ha costado mucho poner en marcha.
