El consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras, Marlon Ochoa, anunció que impugnará los resultados de las elecciones del pasado 30 de noviembre por considerarlos fraudulentos. Ochoa aseguró que no validará un proceso comicial que, según él, fue "intervenido y tutelado por Estados Unidos".
El funcionario electoral explicó que los niveles de manipulación y las inconsistencias detectadas superan incluso los hechos suscitados en los comicios del 2017. Ochoa cuestionó los pronunciamientos y sanciones de Estados Unidos, a los que calificó de "injerencia directa en el proceso", y reiteró que el presidente de Honduras debe ser electo por el pueblo hondureño.
"El fraude ha estado a la vista de todos, aunque las misiones de observadores internacionales quieran ocultarlo o maquillarlo", remarcó Ochoa, quien calificó a la elección del 30 de noviembre como la "más sucia y menos transparente" en la historia del país centroamericano.
Ochoa exigió el conteo voto por voto de las 19.167 urnas de votación para la elección presidencial, ante las evidentes discrepancias entre el número de electores y las cifras consignadas en las actas de votación. Además, denunció fallas constantes en el sistema de transmisión de resultados electorales preliminares, lo cual, a su criterio, debilitó la transparencia del proceso comicial y abrió espacio para la manipulación del procesamiento de datos.
"Ni aunque me lleven a ese pleno a punta de bala me van a hacer validar un fraude", subrayó Ochoa, quien reiteró que su función es representar al pueblo hondureño y no los intereses de gobiernos o actores extranjeros.












