En un juicio exprés, la jueza Alejandra Verónica Romero Castillo, de apenas 30 años de edad, condenó a 30 años de prisión a Rafael Tudares Bracho, yerno del presidente electo venezolano Edmundo González Urrutia, quien se encuentra actualmente en el exilio en España.
La audiencia, que duró 12 horas, se llevó a cabo de manera remota por videoconferencia, sin que Tudares pudiera tener contacto con sus familiares durante los 11 meses que permaneció detenido bajo la figura de "desaparición forzada".
El expediente del caso se mantuvo en total reserva, con múltiples obstáculos para que la defensa tuviera acceso al mismo. Finalmente, se realizó un juicio exprés en el que la jueza Romero Castillo, quien desde 2023 ha conocido unos 40 casos de prisioneros políticos, tanto civiles como militares, condenó a Tudares por los delitos de terrorismo y conspiración.
La carrera judicial de la jueza Romero Castillo se ha caracterizado por una "opacidad calculada". No hay registros públicos de sus nombramientos ni de las decisiones que ha tomado en otros casos, lo que refleja la confianza que el régimen de Nicolás Maduro ha depositado en ella desde temprana edad.
Este caso pone de manifiesto las irregularidades del sistema judicial venezolano, donde las anomalías son parte del paisaje y los procesos contra opositores políticos se llevan a cabo de manera arbitraria y sin garantías.












