Los obispos católicos de Cuba enviaron un mensaje de Navidad en el que reconocen que esta temporada será especialmente difícil para muchas familias, sobre todo las afectadas por el huracán Melissa. Además, hacen un llamado a la esperanza y a impulsar las "transformaciones necesarias y actuales" que reclama el país.
En el documento de dos páginas, los prelados señalan que "como cristianos y cubanos estamos llamados, especialmente en este Año Jubilar, a ser sembradores de esperanza, inspirando con nuestros actos la construcción de una Cuba nueva".
Los obispos retoman su mensaje navideño de 2020 para enumerar los cambios urgentes pendientes en la isla, entre ellos superar las dificultades cotidianas para conseguir alimentos, permitir que la economía ayude a sostener a las familias con trabajo digno, salario suficiente y justicia social, y lograr "que los cubanos no tengamos que buscar fuera del país lo que debemos encontrar dentro".
Asimismo, citan una declaración del Papa León XIV del pasado julio: "La verdadera esperanza consiste en saber que, incluso en la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene".
En un contexto de crisis económica y social agravada por los efectos del huracán Melissa, que azotó severamente varias provincias orientales, los obispos hacen un llamado a la unidad y a la construcción de "una Cuba nueva" mediante transformaciones "necesarias y actuales".
El mensaje episcopal llega en un momento crucial para la isla, que enfrenta múltiples desafíos en ámbitos como la producción de alimentos, el abastecimiento de bienes de primera necesidad y la reactivación de sectores clave de la economía.
Los obispos cubanos, que históricamente han jugado un papel relevante como interlocutores entre el gobierno y la sociedad civil, buscan impulsar un proceso de cambios que permita mejorar las condiciones de vida de los cubanos y generar mayores oportunidades en medio de la crisis actual.
