Tensión geopolítica entre Estados Unidos y Venezuela interrumpe navegación aérea y marítima en el Caribe

La escalada del enfrentamiento entre Estados Unidos y Venezuela ha llevado a los ejércitos de ambos países a interferir las señales de navegación satelital en el Caribe, exponiendo al tráfico aéreo y marítimo de la región a un mayor riesgo de colisiones y accidentes.

Según datos analizados, al menos algunos buques de guerra estadounidenses que se han desplegado en el Caribe en los últimos meses han estado interfiriendo las señales GPS en su entorno, con el objetivo de proteger sus activos de posibles ataques. En respuesta, las fuerzas armadas de Venezuela han interferido las señales de GPS en torno a infraestructuras críticas del país, incluidas bases militares, refinerías y centrales eléctricas.

Expertos en señales afirman que ambos ejércitos parecen estar intentando proteger sus activos de ataques de drones y municiones guiadas por GPS. Sin embargo, estas tácticas militares han tenido un impacto significativo en el transporte civil que depende del GPS, con numerosos incidentes reportados de aviones y barcos que han perdido la señal de navegación.

El conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, que Trump ha justificado como una guerra contra las drogas y por el petróleo venezolano, está deteriorando tecnologías de comunicación cruciales que guían dispositivos como teléfonos y sistemas de navegación. La militarización de la región ha comenzado a afectar a la vida civil de formas que se han vuelto habituales en zonas de guerra.

Tanto el Comando Sur de Estados Unidos como el gobierno de Venezuela se han negado a hacer comentarios sobre los reportes de interferencia de GPS. Sin embargo, la evidencia sugiere que ambos bandos están utilizando estas tácticas para proteger sus intereses, sin importar el impacto que puedan tener en la población civil de la región.

Los expertos advierten que el uso cada vez más extendido de la interferencia de GPS por parte de gobiernos y grupos delictivos pone de manifiesto la vulnerabilidad de esta tecnología, que se ha vuelto crucial para prácticamente todos los sectores de la economía mundial. A medida que la tensión geopolítica continúa escalando en el Caribe, los riesgos para la navegación aérea y marítima parecen estar lejos de resolverse.