El Gobierno de Nicolás Maduro denunció este sábado el "robo y secuestro" por parte de Estados Unidos de un nuevo buque privado que transportaba crudo venezolano en el mar Caribe. Esta es la segunda embarcación interceptada por el Gobierno de Donald Trump en la región en menos de dos semanas.
En un comunicado, el Ejecutivo chavista calificó el hecho como un acto de "piratería" y denunció también la "desaparición forzada" de la tripulación. Venezuela advirtió que "estos actos no quedarán impunes" y que ejercerá "todas las acciones correspondientes, incluyendo la denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, otros organismos multilaterales y los Gobiernos del mundo".
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos confirmó la interceptación del petrolero, que según medios ondeaba una bandera panameña, en aguas internacionales del Caribe. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que EE.UU. "continuará persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región".
Esta es la segunda embarcación interceptada por Estados Unidos en el Caribe en menos de dos semanas. La semana pasada, el Gobierno de Trump incautó el buque Skipper y confiscó el crudo que transportaba.
Ante esta situación, Venezuela ha pedido una reunión urgente al Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la situación. Por su parte, Irán ofreció a Venezuela su cooperación "en todos los ámbitos" para enfrentar "la piratería y el terrorismo internacional" de EE.UU.
El Gobierno de Maduro calificó estos hechos como un "acto de piratería" y advirtió que "no quedarán impunes". Asimismo, denunció la "desaparición forzada" de la tripulación del buque interceptado. Por su parte, Estados Unidos justificó la operación como parte de sus esfuerzos por perseguir el "movimiento ilícito de petróleo sancionado" que financia "el narcoterrorismo en la región".
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos se ha intensificado en las últimas semanas, con el bloqueo total ordenado por Trump a la entrada y salida de petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense. Ante esta escalada, Venezuela ha buscado el apoyo de aliados como Irán para enfrentar lo que califica como "piratería" y "terrorismo internacional" de Washington.












