La población de la ciudad de Tarija se encuentra en conflicto con el sector del transporte público luego de que los transportistas sindicalizados y de cooperativas elevaran unilateralmente las tarifas de micros y trufis tras la suspensión de la subvención a los combustibles.
Antes de la eliminación de los subsidios, el pasaje en micros costaba Bs 2 y en trufis Bs 2,50. Ahora, los transportistas han incrementado el precio a Bs 4 en ambos casos, una decisión que ha generado el rechazo de la población.
"El sector del transporte público debe pensar en la crisis económica que estamos atravesando y buscar el diálogo hasta encontrar un punto medio en los pasajes. No podemos seguir afectando la economía de los usuarios", expresó Estefany Panique, una ciudadana de Tarija.
Por su parte, Ray Ernesto Amador, otro habitante de la ciudad, considera que el incremento debería estar en Bs 3, ya que está "dentro de lo racional y la expectativa de la población" después de la eliminación de la subvención a los combustibles.
Pese a las protestas y los controles de la Alcaldía Municipal, los micreros y trufistas continúan cobrando una tarifa única de Bs 4, obligando a los usuarios a pagar este monto para movilizarse de un lado a otro de la ciudad.
Antonio Calvimontes, responsable de la Unidad de Movilidad Urbana, advirtió que en caso de incumplimiento de la tarifa fijada anteriormente de Bs 2 en micros y Bs 2,50 en trufis, la entidad municipal se verá obligada a retirar las tarjetas de operación a las líneas de transporte público.
Calvimontes exhortó a los transportistas a no especular con los pasajes en desmedro de la economía del usuario y aseguró que seguirán realizando operativos de control para hacer cumplir la tarifa establecida.
La situación refleja la tensión entre el sector del transporte público y la población de Tarija, quienes se ven afectados por las decisiones económicas tomadas por el gobierno, como la eliminación de los subsidios a los combustibles. Mientras los transportistas argumentan que deben ajustar los precios para mantener la sostenibilidad de sus operaciones, los ciudadanos reclaman que se busque un punto de equilibrio que no impacte negativamente en sus economías.
