En un caso que sacude los círculos empresariales y judiciales, el empresario Juan de Bedout y la empresaria Zulma Guzmán han sido capturados por las autoridades tras ser acusados de envenenar a De Bedout con talio.
La investigación revela que el empresario recibió un paquete de frambuesas envenenadas en su apartamento, lo que desencadenó una serie de eventos que llevaron a la detención de ambos sospechosos. Guzmán, quien se encontraba prófuga de la justicia, fue localizada en Londres y extraditada a Colombia para enfrentar los cargos.
El caso ha generado gran conmoción en el país, ya que De Bedout es una figura prominente en el mundo de los negocios, mientras que Guzmán era considerada una empresaria exitosa. La revelación de este presunto plan criminal ha sacudido los cimientos de la alta sociedad colombiana.
Según las autoridades, el móvil del crimen estaría relacionado con disputas de negocios y conflictos personales entre los implicados. El abogado penalista Fabio Humar, quien representa a De Bedout, ha declarado que su cliente es inocente y que se defenderá de los cargos en su contra.
El caso ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los empresarios ante posibles ataques y la necesidad de fortalecer los mecanismos de seguridad y protección para este sector. Además, ha generado un intenso debate sobre la ética y los límites en los negocios, así como la importancia de una justicia imparcial y efectiva.
A medida que la investigación avanza, se espera que se revelen más detalles sobre este intrincado caso que ha conmocionado a la opinión pública colombiana.











