El Tribunal Constitucional (TC) de Perú ha declarado improcedente e infundada la demanda de 'habeas corpus' presentada por la defensa del expresidente Pedro Castillo, con la que se solicitaba su excarcelación provisional para ser sometido a una cirugía cardíaca y la sustitución de la prisión preventiva por detención domiciliaria.
Según la resolución, el TC consideró que no se ha demostrado la vulneración de los derechos fundamentales a la salud ni a recibir un trato razonable y proporcional respecto a las condiciones en las que el exmandatario viene cumpliendo su detención.
La solicitud de la defensa de Castillo se sustentaba en un informe médico y en su historial clínico, con los que se argumentaba la necesidad de una intervención quirúrgica, en el contexto de los procesos penales que enfrenta por presuntos delitos como rebelión, conspiración, abuso de autoridad, colusión simple y organización criminal, entre otros.
La demanda también incluía el requerimiento de que Castillo fuera trasladado a un centro hospitalario especializado y que, tras la operación, pasara a cumplir su condena en régimen de arresto domiciliario bajo la supervisión de profesionales sanitarios y al cuidado de sus familiares. Asimismo, la defensa planteó el pago de una indemnización en caso de un eventual fallecimiento o de un agravamiento de su estado de salud durante su reclusión.
Esta resolución llega después de que el Congreso peruano no lograra finalmente sacar adelante a principios de este mes la propuesta para inhabilitar durante diez años al expresidente y otros implicados en la trama autogolpista de finales de 2022, apenas una semana después de que fuera condenado a once años de cárcel por delitos de rebelión por aquellos hechos.
Castillo se encuentra en prisión preventiva por acusaciones de rebelión y abuso de autoridad tras el fallido autogolpe del 7 de diciembre de 2022, cuando anunció la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción. Su mandato se caracterizó por una gran inestabilidad política, con más de 70 ministros en solo 16 meses, y la pérdida del apoyo incluso de su propio partido, Perú Libre.












