La decisión de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Costa Rica de prohibir los vuelos nocturnos en algunos aeródromos del país ha generado una gran preocupación en el sector de vuelos ambulancia, quienes advierten que esta medida podría poner en riesgo la vida de pacientes que requieren traslados urgentes.
Según un informe presentado por Everardo Carmona, director de Operaciones de la compañía Costa Rica Green Airways, en los últimos 18 años no se han registrado incidentes ni accidentes durante los vuelos nocturnos de ambulancia aérea en el país. Además, en los últimos 30 años solo se reportó un incidente cuando una aeronave chocó contra búfalos en el aeródromo de Coto, en Puntarenas.
Sin embargo, la nueva regulación de la DGAC, que entró en vigor el pasado 3 de octubre, prohíbe el despegue y aterrizaje en algunos aeródromos no controlados entre las 6 p.m. y las 6 a.m. Esto afecta a pistas como las de Santa Teresa, Cóbano, Liberia, Limón, Coto 47, Palmar Sur, Quepos, Nicoya y Cóbano, desde donde se realizan traslados de pacientes en situaciones de emergencia.
Carmona señala en su informe que durante el 2024 y la primera mitad del 2025, su compañía realizó 377 vuelos, de los cuales 122 fueron durante la noche, lo que representa el 30% de sus operaciones. Además, de los 129 vuelos atendidos a solicitud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), 42 fueron en horario nocturno.
Por su parte, Francisco Araya, representante de las empresas privadas que brindan el servicio de vuelos ambulancia, envió un oficio al director general de Aviación Civil advirtiendo sobre los efectos de esta medida. En el documento, Araya narra el caso de una menor de siete años que presentaba una hemorragia cerebral y debía ser trasladada urgentemente del Hospital de Liberia al Hospital de Niños en San José. Debido a la nueva regulación, el vuelo se atrasó 14 horas, lo que ocasionó el fallecimiento de la niña.
Los empresarios del sector de vuelos ambulancia solicitan a las autoridades de Aviación Civil que se mantenga la operación de estos vuelos durante la noche, argumentando que cuentan con el equipo y personal necesario para garantizar la seguridad de las operaciones. Advierten que limitar el uso de estos aeródromos "implicaría dejar una gran población sin capacidad de respuesta aérea ante una emergencia durante la noche".
