Estados Unidos ha aumentado significativamente su presencia militar en el Caribe en medio de la escalada de tensión con Venezuela, según confirmaron autoridades panameñas.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, declaró que su país "observa con mucho cuidado" este conflicto, del cual asegura que Panamá es "completamente ajeno en términos de participación". Mulino afirmó que la disputa entre Estados Unidos y Venezuela es "un problema entre ellos" que Panamá monitorea de cerca.
La Casa Blanca ha defendido el inédito despliegue militar en la región como parte de su estrategia antinarcóticos contra el tráfico de drogas procedente de Suramérica. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela considera esta acción una "amenaza" e incluso un intento de propiciar un cambio de régimen en el país.
Desde septiembre pasado, Estados Unidos ha bombardeado embarcaciones civiles que presuntamente están vinculadas al narcotráfico, lo que ha dejado cerca de un centenar de muertos hasta el momento. Además, la administración de Donald Trump ha endurecido las sanciones contra Venezuela, incluyendo el "bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan" del país.
Analistas consideran que este aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe es una clara señal de que Washington está dispuesto a tomar medidas más agresivas contra el gobierno de Maduro, a pesar de la posición de neutralidad adoptada por países vecinos como Panamá. La tensión regional sigue en aumento, con potenciales consecuencias imprevisibles.











