Estados Unidos ha deportado a 145,537 mexicanos a México desde que Donald Trump regresó a la presidencia el 20 de enero de 2025 y emprendió su agresiva campaña contra la inmigración, informó este jueves el Gobierno de México.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, detalló en una conferencia de prensa que del total de deportaciones, 116,156 ocurrieron por vía terrestre y 29,381 por aire, en el marco de la Estrategia Nacional de Repatriación 'México te abraza'.
Además, la funcionaria indicó que 99,924 personas aceptaron ingresar a alguno de los centros de atención y que a las 45,613 que decidieron no hacerlo "se les brinda de todas formas alimentación, acceso a llamadas telefónicas, orientación jurídica y apoyo en el traslado a su lugar de origen".
Estas cifras evidencian el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos bajo el segundo mandato del expresidente Trump, quien hizo de la lucha contra la inmigración ilegal uno de los ejes centrales de su agenda política.
Durante su primer periodo presidencial, Trump impulsó la construcción de un muro en la frontera con México, endureció los requisitos para obtener asilo y aumentó las redadas y deportaciones de indocumentados. Ahora, en su regreso a la Casa Blanca, parece haber intensificado aún más esas medidas.
Las deportaciones masivas de mexicanos a su país de origen han generado preocupación y rechazo en México, que ha tenido que destinar recursos y esfuerzos para atender a los repatriados. El Gobierno mexicano ha criticado duramente la política migratoria de Estados Unidos, calificándola de "inhumana" y "contraria a los derechos humanos".
Analistas señalan que estas deportaciones en masa también pueden tener un impacto económico y social negativo tanto en México como en las comunidades de inmigrantes en Estados Unidos, al separar familias y privar a la economía estadounidense de mano de obra.
Pese a las críticas, el Gobierno de Trump parece decidido a mantener su ruta de confrontación con la inmigración, una de las banderas que lo llevó de vuelta a la presidencia. Las deportaciones de mexicanos probablemente seguirán siendo un foco de tensión en las relaciones bilaterales entre ambos países.












