Casi la mitad de los periodistas asesinados en los últimos doce meses lo fueron en Gaza bajo el fuego del Ejército de Israel, según el balance anual de Reporteros sin Fronteras (RSF). La organización internacional que vigila la libertad de prensa en el mundo señala que las "Fuerzas de Defensa de Israel se han convertido en el peor enemigo de los periodistas".
De acuerdo al informe de RSF, los soldados israelíes son los autores del 43% de los periodistas acribillados este año, aumentando a 240 los colegas palestinos muertos desde 2023. Ucrania y Sudán son otros lugares letales para el ejercicio del periodismo, mientras que México ocupa el segundo lugar más peligroso, con 9 periodistas asesinados por orden de los carteles del narcotráfico.
La situación en Gaza es particularmente dramática, con casi todos los trabajadores de prensa redactando y grabando su testamento ante la certeza de que los militares israelíes no respetan los distintivos de "Press". Los testimonios de testigos y sobrevivientes relatan que las balas de francotiradores hebreos estaban dirigidas específicamente a periodistas y sus familias.
Entre las víctimas se encuentran el antiguo camarógrafo de Al Jazzera y un corresponsal de 26 años acusado de terrorista. Una periodista se despide cada día de su hijita y de su esposo con un beso debajo del casco, sabiendo que puede ser su trabajo final, pero comprometida con informar sobre el conflicto.
La prensa europea ha reclamado ante el gobierno de Benjamín Netanyahu que permita el ingreso de las cámaras independientes a Gaza, pero el Estado de Israel alega que la presencia de periodistas pondría en peligro a sus tropas. Sólo se permite el ingreso esporádico y escoltado de algunos medios seleccionados, con todas las grabaciones revisadas por la censura militar.
La violación de derechos humanos y la persecución a periodistas no son evaluadas con la misma lente cuando sus autores son millonarios o aliados políticos y diplomáticos, como en el caso del asesinato del periodista Jamal Khashoggi por parte del príncipe saudí Mohammed bin Salmán, respaldado por el ex presidente Donald Trump.
En otros países, como Nicaragua y El Salvador, los periodistas también enfrentan una dura realidad, con medios de comunicación clausurados, periodistas exiliados y amenazas que trascienden las fronteras. La libertad de prensa se encuentra bajo asedio en diversas partes del mundo, siendo Gaza uno de los lugares más peligrosos para ejercer esta profesión.












