John Singer Sargent, el célebre pintor estadounidense de la Belle Époque, dejó un legado artístico que abarcó tres continentes y reflejó los cambios sociales de su época. Conocido por sus retratos de la élite europea y estadounidense, Sargent también exploró temas más controvertidos, como las relaciones homoeróticas, en una época de creciente liberación sexual.
Nacido en 1856, Sargent pasó gran parte de su vida viajando entre París, Londres y Nueva York, convirtiéndose en el pintor predilecto de la aristocracia y la alta sociedad. Sus retratos de mujeres como Consuelo Vanderbilt, Adele Beach y Aline Sassoon, entre otras, lo consagraron como el artista de las "Dollar Princesses" -las herederas estadounidenses que se casaron con nobles europeos.
Más allá de los encargos oficiales, Sargent también cultivó una mirada homoerótica en sus obras, plasmando con sensualidad las relaciones entre figuras masculinas del Antiguo Testamento, como en su controvertida obra "The Parting of Jonathan and David". Esta visión, que se adelantó a su tiempo, lo llevó a retratar también a mujeres de una manera poco convencional para la época victoriana.
Figuras clave en la vida y obra de Sargent fueron sus amigas y mecenas, como Isabella Stewart Gardner, Ad le Levis Meyer y Aline Sassoon, quienes lo introdujeron en los círculos artísticos y sociales más influyentes de París, Londres y Boston. Estas mujeres, que buscaban afirmarse en un mundo dominado por los hombres, encontraron en Sargent a un artista que las representaba como protagonistas de sus propias vidas.
Aunque inicialmente marginado por las vanguardias artísticas de principios del siglo XX, el legado de Sargent ha sido revalorizado en las últimas décadas, destacando su capacidad para capturar el mundo interior de sus modelos y su mirada innovadora sobre las relaciones de género y sexualidad. Su obra, que abarca tres continentes y décadas de cambios sociales, lo consagra como uno de los grandes retratistas de la Belle Époque.
