El Senado de la República Dominicana aprobó el Presupuesto General del Estado para el año 2026 por un monto de RD$1,841,701,394,621 (un billón, ochocientos cuarenta y un mil setecientos un millones de pesos dominicanos). Sin embargo, al analizar los detalles, se revela que el presupuesto presenta un déficit fiscal de más de RD$280 mil millones.
Según los datos oficiales, los ingresos estimados son de alrededor de RD$1.34 billones, mientras que los gastos totales superan los RD$1.62 billones. Esto significa que por cada 100 pesos que el Estado planea recaudar, se gastarán 121 pesos, con la diferencia cubierta mediante endeudamiento.
El presupuesto autoriza un endeudamiento de más de RD$400 mil millones, una cifra superior al déficit fiscal de RD$280 mil millones. Esto plantea la interrogante sobre el destino de ese excedente de deuda: ¿se utilizará para inversión productiva o simplemente para tapar hoyos estructurales del Estado?
La inversión pública ronda los RD$215 mil millones, lo que representa apenas un 13% del gasto total. Esto significa que casi el 87% del presupuesto se destina a gasto corriente, como nómina, subsidios, transferencias, intereses y funcionamiento del Estado. Los expertos señalan que un país no se desarrolla cuando invierte tan poco en producir riqueza futura, y que las naciones que progresan invierten como mínimo un 40% del gasto, reduciendo de manera significativa el tamaño del Estado.
Otro aspecto preocupante es el gasto tributario (exenciones, privilegios y excepciones fiscales), que supera los RD$390 mil millones de pesos, una cifra mayor que el propio déficit fiscal. Esto sugiere que, si se revisaran estos privilegios y exenciones, el déficit podría reducirse drásticamente sin necesidad de más préstamos.
Además, el Banco Interamericano de Desarrollo ha estimado que hasta un 10% del Producto Interno Bruto del país se pierde cada año por corrupción. Un caso reciente es el de SENASA, donde se han desviado miles de millones de pesos de los bolsillos de los afiliados, quienes confiaban en un seguro de salud solidario.
En resumen, el problema de la República Dominicana no es la falta de dinero, sino la manera en que se gestiona y distribuye ese presupuesto, con altos niveles de corrupción, privilegios y mala administración. Mientras no se aborden estos problemas estructurales, ningún presupuesto será suficiente para atender las necesidades del país.
