El Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos denunció que el opositor cubano Daniel Alfaro Fría inició el 2 de noviembre una huelga de hambre para protestar por "su condena injusta" y "la falta de derechos básicos" en prisión.
Según el registro de la ONG Prisoners Defenders, Alfaro Fría fue detenido en marzo de 2024 y recibió una condena de nueve años. Se encuentra en la prisión de trabajos forzosos de Guanajay (Artemisa), condenado por los delitos de "propaganda contra el orden constitucional" y "reuniones o manifestaciones ilícitas", categorías empleadas de forma recurrente por el sistema penal cubano contra activistas y opositores.
El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) precisa que Alfaro Frías fue detenido el 13 de marzo de 2024 en San Antonio de los Baños, que habría sido golpeado durante el arresto, incomunicado durante varios días y posteriormente trasladado a la prisión de máxima seguridad de Guanajay.
Alfaro Frías estaría en una celda de castigo "sin colchón" y sin "avituallamiento", además de que le habrían retirado la ropa de recluso durante días de bajas temperaturas, de acuerdo con testimonios recabados por Martí Noticias.
El mensaje del Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, aunque no anuncia medidas concretas, busca elevar el costo político de la represión carcelaria al colocar un caso individual el de Alfaro Fría como símbolo de un patrón. La denuncia pública de Washington contrasta con el hermetismo habitual de las instituciones cubanas sobre la situación de presos políticos y sobre protestas dentro de prisiones, donde la información suele llegar por familiares, activistas y organizaciones de derechos humanos.
Este caso se enmarca en un contexto de creciente represión y violaciones a los derechos humanos en Cuba, donde el régimen de Miguel Díaz-Canel ha intensificado los arrestos y condenas a opositores y activistas bajo acusaciones vagas y arbitrarias. Organizaciones internacionales han denunciado reiteradamente las malas condiciones en las cárceles cubanas, incluyendo la falta de alimentación, atención médica y abusos por parte de las autoridades.
La huelga de hambre de Alfaro Fría busca visibilizar su caso y el de otros presos políticos en Cuba, en un intento por presionar al gobierno cubano a respetar los derechos básicos de los reclusos y a poner fin a la persecución de la disidencia. Sin embargo, el régimen de Díaz-Canel ha demostrado una férrea determinación por aplastar cualquier forma de oposición, lo que hace temer por la seguridad y el bienestar de Alfaro Fría y otros presos en similar situación.







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