Las autoridades han intervenido en el Monasterio de Santa Clara de Orduña (Álava) para trasladar a un hospital a las monjas ancianas que residen allí, en medio de un conflicto con la Iglesia Católica.
Según informaron fuentes de la Oficina del Comisario Pontificio, el traslado se produjo por orden del juzgado de instrucción número 5 de Bilbao, debido a la preocupación por el bienestar de estas hermanas, que tienen entre 87 y 101 años de edad.
Las monjas habían sido trasladadas recientemente desde su residencia habitual en el Monasterio de Belorado al de Orduña, un movimiento que las autoridades consideraron "temerario" ya que este último carecía de las instalaciones adecuadas para atender a personas mayores y vulnerables.
"El cuidado de las hermanas mayores ha sido objeto de constante preocupación para el Comisario Pontificio y la Comisión Gestora. Esta preocupación se agravó tras el temerario traslado de estas monjas mayores", explicaron desde la Oficina del Comisario Pontificio.
Según fuentes de la Guardia Civil, las hermanas se encontraban en condiciones insalubres en el Monasterio de Orduña. Por ello, el juez ordenó su evacuación y traslado a un hospital de Bilbao para evaluar su estado de salud.
Una vez realizada esta evaluación, las monjas serán reubicadas en otros monasterios pertenecientes a la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, donde recibirán la atención y cuidados que necesitan.
Este incidente se enmarca en un conflicto más amplio entre un grupo de monjas cismáticas y la Iglesia Católica, que se remonta a hace más de un año. Estas hermanas rompieron con el Vaticano y se negaron a participar del "cisma", manteniendo su propia organización y enfrentándose a las autoridades eclesiásticas.
La intervención de las fuerzas de seguridad y el traslado de las ancianas monjas a un centro médico busca garantizar su bienestar y poner fin a esta delicada situación que se ha prolongado durante más de 18 meses.












