El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este miércoles el fin de la subvención a los combustibles en el país, acompañado de una serie de medidas económicas adicionales. Entre ellas, destacó un aumento del 20% en el salario mínimo nacional, que pasará de 2.750 a 3.300 pesos bolivianos (equivalente a 395 a 474 dólares).
Estas acciones se enmarcan en la estrategia del Ejecutivo para contener el gasto público y combatir el contrabando de carburantes hacia países vecinos, que según las autoridades alcanza hasta el 30% del combustible subvencionado.
El ministro de Hidrocarburos boliviano, Mauricio Medinaceli, informó que los precios de la gasolina especial subirán de 3,79 a 6,96 pesos bolivianos, mientras que el diésel pasará de 3,74 a 9,80 pesos bolivianos. Paz indicó que los nuevos valores serán oficializados mediante un decreto.
La eliminación de los subsidios se enmarca en el objetivo declarado de transferir gradualmente al sector privado el abastecimiento nacional de combustibles. Según el mandatario, "la quita de subsidios no significa abandono, sino orden y justicia".
Estas medidas se dan en medio de una investigación por supuesta corrupción en el sector de hidrocarburos durante las gestiones de Evo Morales y Luis Arce, ambos del Movimiento al Socialismo (MAS). El lunes, Paz anunció la creación de la Comisión de la Verdad, un organismo encargado de indagar en estos hechos.
La directora de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Margot Ayala, señaló que existen sospechas fundadas sobre la participación de funcionarios públicos en el desvío de combustibles subsidiados, incluyendo a trabajadores del área de Sustancias Controladas, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y de la propia ANH.
Ayala advirtió que las investigaciones continuarán y que no habrá impunidad. "Esto va a ir a auditoría y va a tener repercusiones", afirmó, agregando que se han descubierto "mafias organizadas" involucradas en el contrabando de combustibles.
El anuncio del fin de los subsidios a los combustibles y el aumento del salario mínimo se produce en un contexto de creciente preocupación por la corrupción en el sector de hidrocarburos de Bolivia, que el Gobierno actual busca abordar a través de estas medidas económicas y de investigación.










