El Banco Central de Costa Rica (BCCR) se prepara para la octava y última reunión de política monetaria del 2025, donde los directivos tendrán la oportunidad de ajustar la Tasa de Política Monetaria (TPM), un indicador clave que influye en variables como las tasas de interés de los créditos y condiciona las decisiones de inversión.
Durante este año, la TPM ha seguido una senda de recortes, pasando de 4% a 3,50% tras dos reducciones consecutivas de un cuarto de punto porcentual cada una. Sin embargo, aún se mantiene lejos de los niveles previos a la pandemia, cuando incluso estuvo por debajo del 1%.
La inflación continúa fuera del rango meta del Banco Central, establecido entre 2% y 4%, con una variación interanual de -0,38% hasta noviembre. Este contexto le otorga margen al BCCR para continuar reduciendo la TPM, un instrumento con el que la Autoridad Monetaria busca incidir sobre la inflación.
Según el economista Gerardo Corrales, de Economía Hoy, existe una alta probabilidad de que los directivos aprueben una reducción de al menos 0,25 puntos base en la TPM. Corrales considera que esta es una oportunidad para que el Banco Central demuestre que sigue metas de inflación y, por ello, debería aplicar incluso una reducción de 0,50%.
Por su parte, el economista José Luis Arce, de la firma FCS Análisis y Estrategia, estima que existe un 75% de probabilidad de que los directivos mantengan la tasa en 3,50%, y un 25% de que la reduzcan en 25 puntos base. Arce explica que, si bien la inflación se encuentra fuera del rango meta, las causas que presionan los precios a la baja son externas y no responden a condiciones de demanda interna.
En cualquier caso, la decisión que tome el BCCR este jueves 18 de diciembre será clave para el rumbo de la política monetaria costarricense en los próximos meses, con implicaciones directas en el sector productivo y las decisiones de inversión.










