Según un estudio realizado por Airbnb e Ipsos, más del 40% de los mexicanos planean incluir asistir a eventos en sus viajes para 2025, especialmente entre los jóvenes de 18 a 27 años. Esta tendencia, impulsada por artistas de gran convocatoria como Bad Bunny, se ha convertido en un detonante de actividad económica y turística en la Ciudad de México.
La plataforma digital de alojamiento Airbnb asegura que los grandes conciertos han dejado de ser únicamente eventos culturales, transformándose en motores que activan cadenas de consumo y flujos de visitantes que trascienden el recinto que los alberga.
Según el comunicado de Airbnb, esta situación corresponde al crecimiento del turismo impulsado por eventos, lo cual abre oportunidades para zonas de la ciudad que no han tenido tanto flujo de visitantes. El hospedaje temporal a través de plataformas digitales se ha visto beneficiado, ya que los conciertos de alto perfil funcionan como mecanismos de dispersión turística dentro de la ciudad.
De hecho, el 60% de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) en la Ciudad de México reportaron haber recibido consumidores gracias a recomendaciones de anfitriones en plataformas de alojamiento temporal, mientras que el 18% identificó específicamente a huéspedes que utilizan Airbnb como origen de estos clientes.
Desde la perspectiva del visitante, esta interacción se traduce en un mayor consumo local. Datos recabados por Airbnb muestran que más del 40% de los huéspedes que reservaron en la Ciudad de México recibieron recomendaciones de restaurantes por parte de sus anfitriones, y que el 45% de estas sugerencias correspondían a comercios ubicados en el mismo barrio donde se encontraba el alojamiento.
En conjunto, el fenómeno del artista más influyente del género urbano permite observar cómo los grandes eventos culturales "pueden convertirse en palancas de desarrollo turístico y económico, siempre que se articulen con modelos de alojamiento y consumo capaces de distribuir mejor los beneficios en la ciudad", concluye Airbnb.
