Donald Trump protagonizó un discurso lleno de autoelogios y sin grandes anuncios, a pesar de las expectativas generadas en torno a una posible declaración de guerra contra Venezuela. El presidente estadounidense se limitó a destacar los "éxitos históricos" de su administración, evitando abordar la tensa situación regional.
La alocución, transmitida a nivel nacional, se llevó a cabo en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y la dictadura de Nicolás Maduro. Previo al discurso, el periodista ultraconservador Tucker Carlson había asegurado tener información de que Trump usaría la cadena nacional para declarar la guerra al régimen venezolano.
Sin embargo, en su intervención, Trump simplemente omitió el asunto y se enfocó en resaltar los logros económicos de su gobierno, defendiendo su política arancelaria y afirmando que bajo su mandato se han creado más empleos, aumentado los salarios y reducido los precios de productos básicos.
El principal anuncio del presidente fue un bono de 1.776 dólares, en alusión a los 250 años de la independencia estadounidense, para más de un millón de militares. Pero más allá de este gesto, el discurso careció de grandes revelaciones, lo que llevó a calificarlo como un mero "bluff" o fanfarronada para impresionar.
Tanto en las horas previas como durante la jornada, se habían generado expectativas en torno a posibles movimientos de Trump contra Venezuela. El propio mandatario había declarado su intención de recuperar los derechos petroleros arrebatados por Caracas, mientras Maduro hizo un llamado a "no a la guerra" tras conversar con el secretario general de la ONU.
Sin embargo, Trump se limitó a criticar la política migratoria de su sucesor, Joe Biden, asegurando que la "invasión de la frontera" ya no ocurre más bajo su administración. Pero más allá de estos comentarios, el discurso no incluyó anuncios concretos sobre Venezuela ni otras cuestiones de política exterior.
De esta manera, Trump desperdició una oportunidad para marcar un giro en su estrategia hacia la dictadura venezolana, optando por centrarse en cuestiones domésticas y en resaltar sus propios logros, en un discurso que fue calificado como un mero "bluff" o fanfarronada.
