El incremento de los accidentes de tránsito en Guatemala no solo afecta a las víctimas directamente involucradas, sino que también ejerce una presión considerable sobre el sistema de salud pública del país. Según un informe del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), los hospitales y centros de atención médica se encuentran al límite de su capacidad debido a la creciente demanda generada por los siniestros viales.
"Estamos viviendo una situación crítica", señaló el doctor Juan Pérez, director médico del IGSS. "Los accidentes de tránsito están saturando nuestros hospitales y drenando recursos que deberían estar destinados a otras áreas de la salud pública. Es una problemática que requiere una atención urgente por parte de las autoridades".
De acuerdo con las cifras proporcionadas por el IGSS, durante el último año se registraron más de 25,000 ingresos hospitalarios relacionados con accidentes de tránsito. Esto representa un aumento del 18% en comparación con el período anterior, lo que ha generado una sobrecarga significativa en los servicios de emergencia, cirugía, terapia intensiva y rehabilitación.
"Muchos de estos pacientes requieren atención especializada y prolongada, lo que implica una inversión importante de tiempo y recursos por parte del personal médico y de enfermería", explicó la doctora María Gómez, jefa del Departamento de Traumatología del IGSS. "Esto a su vez, repercute en la capacidad del sistema para atender otras necesidades de salud de la población".
Además de la saturación hospitalaria, los accidentes viales también han tenido un impacto negativo en la disponibilidad de insumos médicos y medicamentos. "Estamos experimentando desabastecimientos recurrentes de equipos, materiales de curación y fármacos esenciales, debido a que gran parte de nuestro presupuesto se está destinando a la atención de lesionados por siniestros de tránsito", lamentó el doctor Pérez.
Esta situación ha generado preocupación entre los profesionales de la salud, quienes temen que, de no implementarse medidas efectivas para reducir la siniestralidad vial, el sistema de salud pública pueda colapsar en un futuro cercano. "Necesitamos que las autoridades competentes tomen acciones contundentes para mejorar la seguridad vial y disminuir la carga que los accidentes están generando sobre nuestros hospitales", concluyó la doctora Gómez.












