Un grupo clínico del Hospital Vithas Medimar de Alicante, liderado por el neurólogo Francisco Mira, está demostrando que técnicas de neuromodulación como la estimulación magnética transcraneal (TMS) pueden frenar el avance de la demencia. En su investigación, tres de cada cuatro pacientes tratados han logrado mantener estable su enfermedad, o incluso mejorar, un hallazgo que abre la puerta a nuevas estrategias no invasivas para combatir el deterioro cognitivo.
La demencia es una enfermedad neurodegenerativa en la que las células cerebrales, las neuronas, comienzan a dañarse y morir de forma progresiva. Esto hace que las conexiones entre ellas se pierdan y que el cerebro funcione cada vez peor, afectando a la memoria, el lenguaje, el juicio o el control de las emociones.
El doctor Francisco Mira Berenguer, Premio Nacional de Medicina en Neurología, lidera un grupo clínico que está potenciando el empleo de técnicas de estimulación cerebral no invasiva, principalmente la TMS (estimulación magnética transcraneal) y la TDCS (estimulación transcraneal por corriente directa). En el caso de la demencia, su investigación demuestra que el 76% de los pacientes tratados con TMS han logrado estabilizar o mejorar su enfermedad, incluso después de cuatro años de tratamiento.
"No son pocos los que hemos demostrado cuya enfermedad no está avanzando, y con demostraciones también a nivel del PET-TAC cerebral. Esto nos dice que estamos consiguiendo luchar contra lo inevitable, que es estabilizar la enfermedad", subraya el doctor Mira.
Uno de los ejemplos que pone es el de un señor con demencia que ha vuelto a conducir gracias a estos tratamientos. Eso sí, el neurólogo reconoce que la TMS no puede ser un tratamiento único de entrada en la demencia, pero en caso de contraindicación de fármacos es lo primero a utilizar. "Es una buena herramienta coadyuvante que no debe competir en criterios de exclusión. Si el paciente la tolera bien, por ejemplo, también puede emplearse para potenciar el efecto de los tratamientos convencionales", asegura.
Además de la TMS, el doctor Mira también destaca el potencial de la TDCS (estimulación transcraneal por corriente directa), que funciona a través de la aplicación de corrientes eléctricas por un gorrito en la cabeza. Esta técnica, que ya está autorizada para su uso domiciliario en España en el tratamiento de la fibromialgia, también puede aplicarse en el dolor crónico, la rehabilitación cognitiva post-ictus y la depresión.
Según el experto, estas técnicas de neuromodulación no invasivas pueden combinarse y apoyar otras vías terapéuticas, potenciando los efectos de los tratamientos convencionales. "No pueden ser un tratamiento único de entrada, pero en caso de contraindicación de fármacos es lo primero a utilizar. Es una buena herramienta coadyuvante que no debe competir en criterios de exclusión", concluye el doctor Mira.











