Costa Rica ha consolidado en los últimos años una relación comercial cada vez más estrecha y estratégica con China, convirtiéndose este vínculo en uno de los pilares fundamentales de la economía del país centroamericano.
La asociación entre Costa Rica y la República Popular China dejó de ser una apuesta de largo plazo para transformarse en una realidad concreta y tangible. Las cifras del intercambio comercial, la diversificación de productos y la estabilidad institucional que caracteriza esta relación, explican por qué este vínculo se ha vuelto tan relevante para la economía costarricense.
Desde que Costa Rica estableció relaciones diplomáticas con China en 2007, abandonando su histórica alianza con Taiwán, el comercio bilateral ha experimentado un crecimiento sostenido. En 2021, el intercambio comercial alcanzó los $4.900 millones, con un superávit a favor de China de $2.400 millones.
Las exportaciones costarricenses a China se han diversificado más allá de los tradicionales productos agrícolas, incluyendo ahora manufacturas, servicios y productos de alta tecnología. Por ejemplo, las ventas de microprocesadores y circuitos integrados representaron el 27% de las exportaciones a China en 2021.
Por su parte, las importaciones desde el gigante asiático abarcan una amplia gama de bienes de consumo, insumos industriales y bienes de capital, lo que ha permitido a Costa Rica acceder a productos a precios competitivos y mejorar la eficiencia de sus procesos productivos.
Más allá de los números, la relación comercial entre ambos países se ha consolidado en un marco de estabilidad institucional. El Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica y China, vigente desde 2011, ha brindado certeza jurídica y previsibilidad a los flujos comerciales y de inversión.
Asimismo, China se ha convertido en un socio estratégico para Costa Rica en ámbitos como la infraestructura, la innovación y la cooperación tecnológica. Proyectos como la ampliación del Puerto de Moín, financiados por capitales chinos, han fortalecido la conectividad comercial del país.
En resumen, el comercio con China se ha vuelto clave para Costa Rica debido a la creciente importancia del gigante asiático como destino de exportaciones, fuente de importaciones y socio en proyectos de desarrollo. Esta relación comercial estratégica le ha permitido a Costa Rica diversificar sus mercados y aprovechar las oportunidades que ofrece la segunda economía más grande del mundo.
