Emprendedora boliviana transforma la almendra amazónica en productos de valor agregado
Bolivia es uno de los principales proveedores de almendra amazónica en el mundo. Cada año, este fruto -considerado uno de los más finos por su calidad y valor nutricional- sale rumbo a mercados exigentes como Estados Unidos y Europa. Sin embargo, puertas adentro, su consumo sigue siendo limitado y su transformación industrial es todavía incipiente.
En ese espacio poco explorado aparece Mendra, un emprendimiento joven que decidió cambiar la lógica: dejar de vender solo materia prima y empezar a construir industria con valor agregado y marca boliviana.
Con apenas un año en el mercado, Mendra se ha concentrado en un objetivo claro: industrializar la almendra amazónica, un insumo originario del país, y convertirla en productos terminados pensados para el consumidor nacional. La apuesta no es menor. Implica inversión, formalización, cumplimiento sanitario y una visión de largo plazo que mira más allá de la exportación primaria.
La propuesta se apoya en dos pilares: innovación y salud. En un contexto donde el consumo consciente y el fitness ganan espacio, Mendra desarrolló una línea de snacks saludables elaborados con insumos naturales y orgánicos. Su portafolio incluye almendras con miel de abeja orgánica -que refuerzan el aporte proteico-, almendras saladas con especias naturales y sal marina, almendrines premium elaborados con almendra, miel, chocolate y coco, además de harina de almendra, pensada para ampliar las opciones de alimentación saludable en el país.
Pero el primer año no solo estuvo marcado por el desarrollo del producto. El emprendimiento avanzó en la consolidación legal y sanitaria, un paso clave para proyectar su ingreso a supermercados a partir del próximo año y para postular, a mediano plazo, a programas como los desayunos escolares. La meta es clara: que un producto amazónico de calidad de exportación también forme parte de la mesa cotidiana de los bolivianos.
En paralelo, Mendra fue seleccionado para el programa EmprendeFuturo, una experiencia que fortaleció su gestión empresarial y su visión estratégica. Ese aprendizaje se tradujo en una mayor presencia comercial: hoy la marca tiene puntos de venta en La Paz y Santa Cruz, participa en mercados urbanos, gimnasios, clubes deportivos y tiendas especializadas, y ha logrado visibilidad en eventos junto a empresas privadas, generando alianzas y nuevas oportunidades de negocio.
La materia prima es otro de los puntos que marca la diferencia. La almendra amazónica con la que trabaja Mendra proviene directamente de la Amazonía boliviana y se adquiere bajo estándares de calidad de exportación. Este proceso, respetuoso con el entorno, refuerza el carácter orgánico de un producto conocido como el "oro amazónico".
Detrás de Mendra está Mylka Nynel Guardia, una emprendedora de 23 años que decidió apostar por el país y por la industria alimentaria nacional. Su emprendimiento encarna una idea cada vez más presente en el debate económico nacional: Bolivia no solo debe exportar recursos, sino también construir marcas, industria e identidad productiva.
En ese camino, Mendra se presenta como un ejemplo concreto de que el valor agregado no es un discurso, sino una decisión empresarial posible.












