El Vaticano ha cerrado el año 2025 con un crecimiento histórico en la asistencia a las audiencias papales y celebraciones litúrgicas, alcanzando la cifra de 3.176.620 fieles a lo largo del año.
Tras un inicio de año marcado por la fragilidad de salud del entonces Papa Francisco, quien falleció en abril, la elección del Papa León XIV en mayo ha supuesto un verdadero revulsivo en la convocatoria de peregrinos y fieles. En apenas ocho meses, el nuevo pontificado ha atraído a 2.913.800 personas a las audiencias y celebraciones en el Vaticano.
Las cifras han ido in crescendo a lo largo del año, registrando un récord de 295.000 asistentes a las audiencias generales en el mes de octubre, seguido de 200.000 en noviembre. Incluso en el rezo del Ángelus, la última celebración del año congregó a 250.000 fieles, la cifra más alta de todo el ejercicio.
En total, el Papa León XIV ha presidido 36 audiencias generales y jubilares que han sumado más de un millón de personas (1.069.000), consolidando un liderazgo espiritual que, a la luz de los números, no deja de crecer.
Estos datos oficiales, revelados por la Prefectura de la Casa Pontificia, contrastan con la situación del inicio de año, cuando la fragilidad de salud de Francisco marcó su último periodo al frente del Vaticano. Tras su fallecimiento en abril, la elección de León XIV ha supuesto un verdadero revulsivo en la convocatoria de fieles, que han respondido de manera masiva a las celebraciones y audiencias del nuevo pontífice.
Los expertos atribuyen este crecimiento exponencial a diversos factores, entre ellos la juventud y carisma del nuevo Papa, su capacidad de conexión con las nuevas generaciones y su firme compromiso con la renovación de la Iglesia. Además, la estabilidad de su salud y su agenda activa han sido claves para mantener el interés y la movilización de los fieles a lo largo de todo el año.
Sin duda, el 2025 quedará marcado como un año histórico para el Vaticano, que ha logrado recuperar y superar con creces los niveles de asistencia a sus celebraciones y audiencias papales, consolidando la figura del Papa León XIV como un líder espiritual de gran proyección a nivel global.
