El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de nuevas sanciones contra Irán y Venezuela, en un endurecimiento de la presión de Washington contra estos dos países.
Las medidas apuntan específicamente al comercio de drones y materiales para misiles balísticos entre Irán y Venezuela, en medio de las crecientes tensiones geopolíticas en la región.
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, las sanciones se dirigen a individuos y entidades que facilitan este intercambio de tecnología militar entre los dos países, que son considerados adversarios estratégicos por la administración del presidente Joe Biden.
"Estamos comprometidos a usar todas las herramientas a nuestra disposición para negar a Irán y a sus aliados los recursos que necesitan para amenazar la paz y la seguridad internacionales", dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, en un comunicado.
Las nuevas medidas se suman a las amplias sanciones económicas que Estados Unidos ya ha impuesto contra Irán y Venezuela en los últimos años, como parte de su política de "máxima presión" para forzar cambios en sus respectivos regímenes políticos.
En el caso de Irán, las sanciones buscan limitar el programa nuclear del país y su apoyo a grupos armados en Medio Oriente, mientras que en Venezuela apuntan a socavar al gobierno de Nicolás Maduro, al que Washington no reconoce como presidente legítimo.
Analistas consideran que estas nuevas sanciones son un intento de Washington por contener la creciente cooperación militar y tecnológica entre Irán y Venezuela, dos de sus principales adversarios geopolíticos en la región.
"Es una señal de que Estados Unidos está cada vez más preocupado por el fortalecimiento de los vínculos entre Irán y Venezuela, y quiere limitar su capacidad de trabajar juntos", dijo Russ Dallen, experto en sanciones internacionales.
La imposición de estas sanciones se produce en un momento de alta tensión regional, con crecientes conflictos y rivalidades entre Estados Unidos y sus aliados, por un lado, e Irán, Rusia y sus aliados, por el otro.
Expertos advierten que esta escalada de sanciones y presiones podría aumentar aún más la inestabilidad y los riesgos de confrontación militar en Medio Oriente y América Latina.












