Con miras a las elecciones generales del 2026, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha recibido las hojas de vida de 36 candidatos presidenciales que buscarán llegar a Palacio de Gobierno. Un análisis de estos perfiles revela datos clave sobre la oferta electoral, la diversidad de los aspirantes y las estrategias que utilizarán para llegar al Congreso.
Composición de la oferta
De los 36 candidatos registrados, solo 4 son mujeres, lo que representa un 11.11% del total. Esto evidencia una brecha de género en la representación política a nivel presidencial.
En cuanto a la procedencia, el 52.8% de los postulantes nació en Lima, mientras que el 47.2% restante proviene de otras regiones del país. Esto sugiere una concentración de la oferta en la capital, a pesar de que Perú es un país diverso.
En términos generacionales, los Baby Boomer (18 candidatos) constituyen el 47.4% del total, seguidos de cerca por la Generación X (39.5%). Juntos, estos dos grupos representan más del 86.8% de todos los postulantes, lo que indica un predominio de los sectores más experimentados.
Formación académica
El nivel de formación de los candidatos es variado. 15 declaran tener una maestría, mientras que 10 indican poseer un doctorado. 6 son bachilleres y 2 son licenciados. Además, un candidato cuenta solo con secundaria completa y otro solo con primaria completa.
Un dato interesante es que 13 candidatos registran estudios superiores fuera de Perú, en países como Cuba, España, Suiza, Estados Unidos, Argentina, México y Chile. Esto podría aportar una perspectiva internacional a sus propuestas.
Estrategias de campaña
Un aspecto relevante es que 27 de los 36 candidatos presidenciales (75%) postulan además al Congreso bicameral: 6 a la Cámara de Diputados y 21 al Senado. Esta doble postulación les permitiría asegurar una presencia en el Parlamento, incluso si no logran llegar a la Presidencia.
Además, 16 postulantes a la vicepresidencia llevarán el número 1 en una lista congresal para maximizar sus opciones de ingresar a alguna de las dos cámaras. Esto demuestra una estrategia de diversificación de sus aspiraciones políticas.
En resumen, el panorama de los candidatos presidenciales para las elecciones del 2026 refleja una oferta diversa en términos de género, procedencia y formación académica. Sin embargo, también se evidencia un predominio de los sectores más experimentados y una estrategia de doble postulación para asegurar una presencia en el Congreso. Estos datos brindan un punto de partida para que los electores puedan analizar y comparar los perfiles de los aspirantes al sillón presidencial.
