El Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró un sismo de 4.1 de magnitud en el municipio de Tonalá, ubicado en el estado de Chiapas, en el sur de México. El movimiento telúrico ocurrió a las 1:28 am de este 29 de diciembre, a 49 km al suroeste de la ciudad, con una profundidad de 73.7 km.
Según la información preliminar, las autoridades no han reportado daños ocasionados por este temblor. Sin embargo, es importante mantenerse atento a los canales oficiales ante cualquier actualización o medida que se tome al respecto.
Es importante destacar que los datos del sismo pueden ser actualizados posteriormente por las autoridades, ya que la información proporcionada por el SSN es de carácter preliminar.
México se encuentra en un contexto tectónico en el cual se presentan decenas de sismos todos los días, la mayoría de baja magnitud y, por lo tanto, imperceptibles. Incluso cuando los sismos ocurren a la misma distancia de una ciudad, no todos provocan el mismo tipo de sacudida, ya que la intensidad del movimiento varía según factores como el tipo de suelo, la distancia al epicentro y la atenuación sísmica.
Para analizar estos fenómenos, México cuenta con dos sistemas fundamentales: el Servicio Sismológico Nacional (SSN), encargado de medir la magnitud y ubicar el epicentro de los sismos, y la Red Acelerográfica Nacional del Instituto de Ingeniería de la UNAM, que se especializa en registrar cómo se comportan las aceleraciones del suelo durante sismos de gran magnitud.
Cabe recordar que México está en constante riesgo de vivir sismos de gran magnitud, como los ocurridos en 1985 y 2017, que provocaron graves consecuencias. De hecho, el terremoto más fuerte registrado en la historia de México fue el del 28 de marzo de 1787, con epicentro en Oaxaca y una magnitud de 8.6, que además generó un tsunami de 6 kilómetros tierra adentro.
Según un estudio del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), grandes terremotos con magnitudes de 8.6 o mayores podrían ocurrir en los próximos años, teniendo como epicentro las costas de México y Centroamérica, debido a la acumulación de energía en la Brecha de Guerrero.












