El principal partido promilitar de Birmania, el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (PUSD), afirmó haber obtenido una victoria aplastante en la primera fase de las elecciones organizadas por la junta militar que tomó el poder en el golpe de Estado de 2021.
Según un alto cargo del PUSD, el partido ganó 82 de los 102 escaños en disputa en la Cámara Baja del Parlamento en los municipios donde se ha completado el recuento, incluyendo los ocho distritos de la capital, Naipyidó.
Estas elecciones, que se llevarán a cabo en tres fases hasta el 25 de enero, han sido fuertemente criticadas por organizaciones prodemocracia y observadores internacionales. Advierten que consolidarán el poder de la junta militar, a pesar de su promesa de devolver el poder al pueblo.
El golpe de Estado de 2021 revirtió los resultados de las elecciones de 2020, en las que la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi, actualmente detenida, obtuvo una victoria aplastante. La LND ha sido disuelta y no participa en estos comicios.
Activistas, diplomáticos y el jefe de derechos humanos de la ONU han condenado las elecciones, citando la represión de disidentes y una lista de candidatos llena de aliados de los militares. La Comisión Electoral de Birmania aún no ha divulgado resultados oficiales.
Para muchos residentes, como Min Khant, de 28 años, estas elecciones no generan confianza: "Hemos estado viviendo bajo una dictadura. Aunque celebren elecciones, no creo que vayan a aportar nada bueno, porque siempre mienten".
El jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, afirmó que "estas son unas elecciones libres y justas". Sin embargo, en medio de la guerra civil, el ejército ha reconocido que las elecciones no pueden celebrarse en casi una de cada cinco circunscripciones de la Cámara Baja.
