Este sábado, más de 7.000 vuelos fueron cancelados en Estados Unidos y otros 1.300 retrasados, según datos del portal FlightAware, debido a las intensas tormentas invernales que azotaron al país durante la temporada navideña.
Los aeropuertos que sufrieron un mayor impacto fueron los que sirven al área metropolitana de la ciudad de Nueva York, como el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, el Aeropuerto LaGuardia y el Aeropuerto Internacional Newark, así como el Aeropuerto Internacional de Boston, ubicado en el noreste del país.
Las cancelaciones y retrasos de vuelos generaron caos y frustración entre los pasajeros, muchos de los cuales se vieron obligados a cambiar sus planes de viaje durante estas fechas tan importantes. Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas trabajaron arduamente para atender a los afectados y restablecer la normalidad en la medida de lo posible.
Las tormentas invernales, con fuertes nevadas y vientos gélidos, son comunes en esta época del año en Estados Unidos, pero suelen intensificarse durante la temporada navideña, cuando el tráfico aéreo se dispara. Lamentablemente, este tipo de eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y severos debido al cambio climático, lo que representa un desafío constante para la industria de la aviación.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y las aerolíneas, los pasajeros se vieron gravemente afectados por las cancelaciones y retrasos, lo que arruinó los planes de muchos durante estas fechas tan especiales. Expertos en el sector aéreo advierten que este tipo de situaciones podrían repetirse con mayor frecuencia en el futuro, lo que plantea la necesidad de implementar medidas más efectivas para hacer frente a los desafíos climáticos que enfrentan los aeropuertos y las compañías aéreas.












