Las elecciones bolivianas de 2025 quedaron marcadas por una serie de resultados inesperados que reconfiguraron por completo el panorama político del país. Uno de los principales protagonistas de esta historia fue la figura del "tiktoker" que se convirtió en el candidato a vicepresidente del ganador de los comicios, Rodrigo Paz.
Desde inicios de año, el clima político en Bolivia estuvo dominado por las expectativas electorales. La crisis económica, con la ausencia de divisas, la escasez de combustibles y la inflación, fueron los temas centrales de debate y propuestas de los diferentes candidatos. Además, el desgaste del régimen del Movimiento al Socialismo (MAS) convirtió estas elecciones en una suerte de "plebiscito" contra el partido que había gobernado el país durante los últimos 20 años.
En este contexto, la gran sorpresa de la primera vuelta fue el triunfo de Rodrigo Paz, un candidato que en las primeras encuestas no superaba el 5% de intención de voto. Su victoria se debió en gran medida al apoyo del "voto del electorado nacional popular", que se desvió del candidato del MAS, Andrónico Rodríguez, hacia la figura del "tiktoker" que logró conectar con sectores populares cansados del lenguaje político tradicional a través de sus redes sociales, especialmente TikTok.
Pero la sorpresa no terminó ahí. Una vez que Paz y su compañero de fórmula, el "tiktoker", asumieron sus cargos, este último rápidamente se declaró opositor, dejando de lado sus funciones como presidente del Órgano Legislativo. Su postura "bipolar", con declaraciones estridentes y contradictorias, ha puesto en riesgo la gobernabilidad y la estabilidad económica que tanto anhelan los bolivianos.
Según los analistas, el "tiktoker" parece creer que su apoyo fue clave para el triunfo de Paz, y por lo tanto, considera que tiene derecho a exigir espacios y recursos en el aparato del Estado para distribuir entre sus seguidores. Esta actitud desestabilizadora será uno de los principales desafíos que deberá enfrentar Rodrigo Paz durante su mandato.
Las elecciones bolivianas de 2025 quedarán marcadas en la historia política reciente del país como un año de grandes sorpresas, en el que emergieron actores impensados que alteraron profundamente el mapa político. La figura del "tiktoker" como vicepresidente es, sin duda, uno de los hechos más destacados de este proceso electoral.
