En medio de la crisis económica que atraviesa Argentina, una nueva tendencia ha surgido en el Gran Buenos Aires: los "galpones de importados", tiendas que ofrecen una amplia variedad de productos a precios sorprendentemente bajos. Desde drones a $60.000, pasando por ollas de acero inoxidable a $13.000 y oxímetros digitales a $3.000, estos establecimientos se han convertido en un fenómeno de consumo, especialmente en la previa a la Navidad.
Según la investigación realizada por Clarín, estos galpones han logrado atraer a miles de visitantes diarios, quienes se desesperan por conseguir artículos a precios mucho más accesibles que en otros canales de venta. La clave parece estar en que estos negocios importan los productos de manera directa, evitando comisiones y costos adicionales que encarecen los precios.
"Algunas cosas no tienen comparación, acá la plata rinde", comenta Sebastián, un cliente que visitó uno de estos establecimientos en Ituzaingó. Y es que la diferencia de precios es notoria: un metegol portátil que en internet se vende a $22.200, en estos galpones se consigue por $11.412, mientras que un juego de básquet con botón lanzador cuesta $5.564, en comparación con los $9.200 de otras plataformas.
Pero el fenómeno no se limita solo a los electrodomésticos y juguetes. Los rubros que más han registrado incrementos en las importaciones son electrodomésticos, baterías y lámparas (248,9%), motos, bicicletas y otros equipos de transporte (124,6%), productos alimenticios (77,4%), prendas de vestir (61,8%) y marroquinería (44,7%).
Según el economista Pedro Moncarz, estos galpones tienen menores costos de infraestructura en comparación con los canales de venta tradicionales, lo que les permite ofrecer precios más competitivos. Además, la productividad y economías de escala de los proveedores extranjeros también juegan un papel importante.
El éxito de estos establecimientos ha sido tal que algunas tiendas, como Kiranimport en Ituzaingó, han registrado récords de público durante diciembre, con hasta 10.000 personas por día buscando regalos a precios accesibles. Y la tendencia parece extenderse a otras zonas del conurbano, como Quilmes, donde se encuentra el Grupo Attain.
Sin embargo, este fenómeno también plantea desafíos para la industria nacional, que busca alternativas para mantenerse competitiva frente a los bienes importados. Pero mientras tanto, los consumidores argentinos parecen haber encontrado una opción para hacer rendir su dinero en estas épocas de crisis.












