El incremento de liquidez en diciembre, propio de la gratificación y retiro de ahorros de las AFP, exige a los peruanos a administrar sabiamente su dinero y a endeudarse de manera sostenible para una compra importante desde un electrodoméstico hasta un viaje o crédito de mayor plazo .
Juan Acosta, docente de la carrera de Administración y Negocios Internacionales de la UPC, señala que hay dos indicadores básicos a revisar antes de financiar una compra: el nivel de endeudamiento y el plazo de esta deuda.
"Lo primero es evaluar qué porcentaje del sueldo neto representa esta nueva obligación, considerando todas las deudas previas. Y lo segundo es analizar el plazo en función de mis flujos de ingreso, si son fijos o variables, y del tipo de contrato laboral que tengo", comenta.
Una regla práctica es no destinar más del 30% de los ingresos mensuales al pago de deudas, lo que permite evitar el sobreendeudamiento y proteger la liquidez. "El problema surge cuando se considera a la tarjeta de crédito como una extensión del sueldo. Muchas personas comprometen ingresos futuros sin evaluar el impacto real en el siguiente mes", refiere Acosta.
En esa línea, el profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, recomienda emplear la tarjeta de crédito de manera inteligente, a través del "crédito directo" o "pago total", evitando así generar intereses. Asimismo, advierte que hacer un consumo con la tarjeta y pagarlo en cuotas o con los pagos mínimos suele ser muy caro, salvo que se trate de una promoción de "cuotas sin intereses".
Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), la Tasa de Costo Efectivo Anual (TCEA) en una tarjeta de crédito clásica y de sistema revolvente puede llegar a ser muy elevada.
Omar Larios Soldevilla, docente en la carrera de Contabilidad y Administración de la UPC, argumenta que el uso excesivo de tarjetas de crédito puede generar falta de pagos o actos desesperados, llegando al estrés excesivo que puede tener consecuencias en la salud de las personas y de la familia. Además, advierte que puede afectar el historial crediticio, imposibilitando acceder a otros préstamos.
En resumen, los expertos coinciden en que la deuda no es negativa en sí misma, pero se vuelve un problema cuando desplaza gastos obligatorios como alimentación, servicios, educación o vivienda. Por ello, recomiendan planificar, comparar la TCEA y medir el impacto real de cada deuda sobre el ingreso y el ahorro.








