Sentado en la terraza del departamento de su padre, Ariel Isaac Sauer Adlerstein (52) relata el devastador impacto que ha tenido en su vida el caso denominado Factop. El empresario, uno de los fundadores y accionistas de la firma junto a su hermano Daniel y Rodrigo Topelberg, está imputado por presuntos delitos de estafa, uso malicioso de instrumentos privados mercantiles, administración desleal y lavado de activos.
Sauer reconoce que "perdió todo" a raíz de este caso: su esposa lo abandonó, sus hijos enfrentan dificultades económicas en la universidad y tuvo que vender huevos, paltas y guindas para generar ingresos, ya que se encuentra con arresto domiciliario total. "Fue un costo muy alto, sin importar el ámbito en el que lo midas. Perdí todo, absolutamente todo. Ahora estoy comenzando de nuevo", lamenta.
El empresario explica que el caso cobró especial relevancia tras la divulgación, en junio de 2023, del audio de una conversación entre Luis Hermosilla, Leonarda Villalobos y su hermano Daniel Sauer. Desde entonces, asegura que lo ha perdido todo y niega que el grupo que dirigía operara como una estafa piramidal, como sostiene la Fiscalía.
"Nosotros no le robamos a nadie. Nos equivocamos, hicimos malos negocios, administramos mal. Eso llevó a la quiebra los negocios, pero no estafamos a nadie. Cometimos errores, como cualquier empresario", se defiende Sauer, quien pide disculpas a las víctimas que sufrieron millonarias pérdidas.
El empresario relata que estuvo detenido en el penal de Capitán Yáber desde abril de 2024 hasta diciembre de 2024, y desde entonces cumple arresto domiciliario total. Cuenta que en la cárcel compartió celda con su hermano Daniel y Rodrigo Topelberg, con quien afirma que ya no tiene relación.
Sauer también reconoce que cometieron "errores" en la administración de Factop y STF, como la emisión de facturas "materialmente falsas", pero insiste en que no hubo una "maquinita" para generar perjuicio al fisco. Asimismo, niega que el negocio funcionara como una "estafa piramidal", como sostiene la Fiscalía.
Pese a los reveses judiciales y personales, el empresario se muestra arrepentido y espera poder solicitar pronto el cambio de las cautelares para poder salir y trabajar. "Sí, claro. Cometimos muchos errores. Me arrepiento de los errores que cometí en la administración de los negocios de Factop y STF. Sin lugar a dudas, los errores que cometimos afectaron todo", concluye.











