Cincuenta personas que habían firmado boletos de reserva en el proyecto La Carlotta denunciaron penalmente a Balsa & Asociados por los delitos de estafa, apropiación indebida, insolvencia societaria fraudulenta y lavado de activos. Los denunciantes, que llegaron a confiar más de $5,2 millones a la empresa, afirman que Balsa y sus socios recibieron al menos $18 millones por la comercialización de entre 120 y 140 terrenos, pero el proyecto nunca avanzó.
La denuncia señala que los plazos de los boletos de reserva cayeron y los denunciantes no han logrado recuperar su dinero, que fue "desviado en el mejor de los casos hacia otros proyectos". Los denunciantes pidieron que se investiguen los delitos y que se tomen medidas cautelares, como el embargo genérico de los denunciados y la inmovilización de sus cuentas bancarias.
Según la denuncia, Juan Martín Balsa fue la "piedra angular" de la estratagema, utilizando su nombre y reputación para atraer inversiones. Los denunciantes manejan dos teorías: que Balsa se llevó el dinero al exterior o que lo usó ilegítimamente para pagar deudas de otros negocios.
Además de Balsa, la denuncia apunta a otros allegados, como el contador Juan Manuel González, el jefe de obra y gerente general Juan Manuel Mendioroz, y el socio minoritario Gerardo Rabajda. También señalan a los socios de Balsa en Grupo Vientos, como César Novara, quien habría autorizado supuestos créditos por $8 millones sin causa aparente.
Los denunciantes también iniciaron un juicio civil para reclamar los daños ocasionados. El abogado de los afectados relató que han intentado negociar con el grupo argentino Vientos, que en un momento iba a comprar el proyecto, pero las negociaciones no prosperaron. Ahora enfrentan el riesgo de que se ejecuten las hipotecas sobre los terrenos, lo que podría desarticular todo el proyecto.












