En una entrevista reveladora, el autor Alfre Mancera y los expertos Matías Methey e Iván Gómez discuten cómo Bitcoin y la autocustodia están revolucionando el proceso tradicionalmente lento, caro y burocrático de la sucesión.
La herencia, un proceso que tradicionalmente ha estado plagado de impuestos, abogados y trámites, ahora encuentra en Bitcoin una alternativa ágil, privada y sin costos adicionales. Gracias a la autocustodia, especialmente a través de esquemas multifirma con timelocks, la transmisión de los activos digitales a los herederos puede ser casi instantánea.
Matías Methey explica que existen arquitecturas de custodia sencillas, como la 1-de-1 con backup o la 1-de-2 para parejas, que se adaptan a cada contexto familiar. Estas soluciones eliminan la necesidad de que los herederos sean expertos técnicos o incluso sepan de antemano que heredan Bitcoin. Cada plan debe ser "a medida", considerando variables como viajes, peleas familiares, muertes simultáneas o jurisdicciones fiscales.
Más allá de los aspectos técnicos, la autocustodia representa una puerta de entrada a una propiedad radical e inconfiscable, algo inédito en la historia. Por primera vez, un individuo puede ser dueño absoluto de un activo valioso sin tener que pedir permiso a nadie.
"La autocustodia no es solo una práctica técnica de seguridad: es la puerta de entrada a una propiedad radical e inconfiscable, la primera vez en la historia que un individuo puede ser dueño absoluto de un activo valioso sin pedir permiso a nadie", afirma Mancera.
Esta transformación del paradigma de la herencia es solo una de las múltiples formas en que Bitcoin está cambiando radicalmente nuestra relación con el dinero y la propiedad. A medida que la adopción de las criptomonedas continúa creciendo, es probable que veamos más innovaciones disruptivas en áreas como la sucesión, el ahorro y la transferencia de riqueza.











