La Iglesia ha reafirmado la importancia de la familia como pilar fundamental de la sociedad, aprovechando el tiempo de Navidad para hacer este llamado. En un extenso texto, la institución religiosa destaca que es en el seno de la familia donde aprendemos a convivir, a comunicarnos, a recibir los valores culturales y las creencias que dan sentido a nuestra vida personal y social.
La familia, según la Iglesia, tiene su origen en la propia naturaleza social de los seres humanos, en la complementariedad de los sexos y en la igual dignidad del hombre y la mujer. Se trata de una institución que exige la permanencia de la relación conyugal de los padres para la adecuada educación de los hijos. Asimismo, subraya que el matrimonio, base de la familia, debe ser de un hombre con una mujer.
Sin embargo, la Iglesia reconoce que en el lenguaje común se designa como "familia" a realidades que "decaen" de esta configuración tradicional. Menciona casos como la convivencia de un hombre con varias mujeres, o las situaciones de sucesivas parejas, que "menoscaban la dignidad de la mujer" y van acompañadas de "sufrimiento, frustración y ofensa". También critica el "reciente experimento de la convivencia de parejas del mismo sexo" por considerarlo "contrario a la naturaleza complementaria de la sexualidad humana".
Pese a estos señalamientos, la Iglesia destaca que la familia sigue siendo la "base de la sociedad" y que, de hecho, el propio Hijo de Dios se hizo hombre en una familia, la de José y María. Por ello, hace un llamado urgente a cuidar y proteger a esta institución fundamental.
