El Gobierno de Cuba ha dado un paso trascendental para la conservación de los arrecifes coralinos del archipiélago, un ecosistema esencial por los bienes y servicios que provee. Tras una expedición científica realizada en 2023, el país ha elaborado una hoja de ruta que será sometida a la aprobación del Consejo de Ministros, proponiendo un marco para una relación más responsable con este hábitat.
Los arrecifes de coral cubanos desempeñan un papel fundamental en la protección de las costas frente al embate del mar, el sustento de una alta biodiversidad que incluye especies de valor comercial, y la generación de arena para la formación y mantenimiento de las playas. Sin embargo, este ecosistema enfrenta una degradación acelerada a nivel global debido al cambio climático y otras presiones ambientales.
La iniciativa de Cuba surge como una respuesta a esta realidad. El "Bojeo a Cuba", una expedición científica realizada el verano pasado, permitió obtener por primera vez una valoración integral y homogénea del estado de los arrecifes en todo el territorio nacional. Los resultados no solo aportaron datos cruciales, sino que también elevaron la percepción social sobre la fragilidad y el valor de este ecosistema.
La hoja de ruta propuesta por Cuba busca establecer un marco para una gestión más eficaz que involucre activamente a las comunidades locales. En su desarrollo, ha sido fundamental el liderazgo de la Dra. C. Patricia González Díaz, investigadora del Centro de Investigaciones Marinas, así como la dedicación por años de numerosos científicos y conservacionistas.
Este esfuerzo se alinea con el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida) del país, aunque se reconoce que los avances no han alcanzado la velocidad deseada. La próxima presentación de la hoja de ruta ante el Consejo de Ministros materializa una visión histórica: el llamado hecho hace décadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro para que Cuba "no estuviera de espaldas al mar".
La aprobación de este plan marcaría un hito en la conservación de los arrecifes coralinos cubanos, un ecosistema de vital importancia para la nación. Con un enfoque integral y la participación activa de las comunidades, Cuba busca proteger este patrimonio natural y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
