Las intensas lluvias y tormentas que han azotado el sur de California durante las últimas horas han provocado inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y numerosas emergencias, obligando a las autoridades a declarar el estado de emergencia en varios condados, incluido el de Los Ángeles.
La tormenta, impulsada por un "río atmosférico" que transporta humedad desde Hawái, ha descargado el equivalente a varios meses de lluvia en solo unos días, lo que ha causado graves problemas en la región.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió del "riesgo moderado" de precipitaciones excesivas desde el jueves hasta la mañana del viernes, con la posibilidad de "numerosas inundaciones repentinas". Las autoridades han hecho un llamado a la población para que verifique las condiciones antes de salir, ya que las carreteras se encuentran "extremadamente peligrosas".
Al menos tres personas han muerto en incidentes relacionados con la tormenta, incluido un hombre de San Diego por la caída de un árbol. En el condado de San Bernardino, las autoridades han tenido que acudir a la localidad de Wrightwood para ayudar a personas "a salir de sus viviendas" o que quedaron "varadas en sus vehículos".
Las regiones de Pacific Palisades y Malibú, en la costa, se encuentran bajo alerta especial, ya que intentan recuperarse tras ser arrasadas por los letales incendios de enero. Mientras tanto, en el norte de California, se ha detectado una peligrosa tormenta en desarrollo durante la mañana del jueves en el área de la bahía de San Francisco, lo que podría provocar emergencias por inundaciones repentinas.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia en varios condados y han hecho un llamado a la población para que extreme las precauciones y evite desplazamientos innecesarios. Los expertos pronostican que las lluvias y tormentas continuarán hasta el viernes, lo que podría agravar aún más la situación en la región.
