Bangladés se enfrenta a una crisis climática sin precedentes debido a una inusual configuración atmosférica que ha sumido al país en un fenómeno de "frío diurno". Esta anomalía térmica, provocada por una capa de niebla que bloquea la entrada de radiación solar, ha paralizado el transporte, causado accidentes mortales y puesto en riesgo la seguridad alimentaria de la nación.
Según el informe técnico de la Dirección Meteorológica de Bangladés (BMD), el país atraviesa una situación crítica. La falta de visibilidad derivada de este patrón climático provocó este viernes la colisión de dos grandes embarcaciones de pasajeros en el río Meghna, dejando al menos cuatro muertos y medio centenar de heridos. Las autoridades locales atribuyen directamente el accidente a la densa niebla que impide la navegación.
Pero los problemas no se limitan al transporte. El Departamento de Extensión Agrícola (DAE) ha emitido una alerta roja para los cultivos de invierno, ya que la falta de fotosíntesis y el descenso térmico están provocando "lesiones por frío" en los semilleros de arroz boro, el principal sustento alimentario del país. Solo en el distrito de Chuadanga, se estiman daños por valor de 2.000 millones de takas (unos 17 millones de dólares) si la humedad persiste, ya que favorece plagas letales como el "tizón tardío" en las plantaciones de patata.
Aunque los termómetros marcan mínimas de 9 grados Celsius, el impacto es severo en Bangladés, un país diseñado arquitectónicamente para ventilar el calor y donde la inmensa mayoría de las viviendas carece de aislamiento o calefacción. Las autoridades sanitarias locales han informado además de la saturación de los hospitales, con un aumento del 40% en ingresos de urgencia por neumonía y asma, afectando desproporcionadamente a quienes viven en asentamientos precarios sin resguardo contra la intemperie.
Esta crisis climática de "frío diurno" ha paralizado el país y pone en grave riesgo la seguridad alimentaria y la salud de la población más vulnerable de Bangladés. Las autoridades se enfrentan a un desafío sin precedentes que exige una respuesta urgente y coordinada para mitigar los efectos devastadores de este fenómeno atmosférico.












