El ejército israelí ha anunciado una serie de ataques contra objetivos de Hezbolá en Líbano, incluyendo depósitos de armas y un complejo de entrenamiento del movimiento islamista respaldado por Irán. Estos ataques se producen en medio de una nueva escalada de violencia entre Israel y Hezbolá, a pesar del alto el fuego firmado en noviembre de 2024 que debía poner fin a más de un año de hostilidades.
Según un comunicado del ejército israelí, "se han atacado varias instalaciones de almacenamiento de armas e infraestructuras terroristas que Hezbolá utilizaba para llevar a cabo atentados terroristas contra el Estado de Israel". La Agencia Nacional de Noticias de Líbano (NNA) también informó sobre "una serie de ataques aéreos" por parte de aviones israelíes en zonas montañosas del sur y este del país.
A pesar del alto el fuego, el ejército israelí ha seguido atacando Líbano y ha mantenido tropas en cinco zonas que considera estratégicas. Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá se desataron en el contexto de la guerra en la Franja de Gaza, ya que Hezbolá es aliado del movimiento islamista palestino Hamás.
Según un recuento de la AFP basado en informes del Ministerio de Salud libanés, más de 340 personas han muerto por los ataques israelíes en Líbano desde el alto el fuego. Los ataques del viernes se producen un día después de bombardeos israelíes cerca de la frontera con Siria y en el sur del Líbano, que dejaron tres muertos.
El ejército israelí advirtió que "eliminará cualquier amenaza" y detalló que atacó varias estructuras militares de Hezbolá este viernes. Esta nueva escalada de violencia entre Israel y el movimiento islamista libanés se produce en un momento de gran tensión regional, con el conflicto en la Franja de Gaza como telón de fondo.












