El líder norcoreano Kim Jong Un ha ordenado la "expansión" y modernización de la producción de misiles del país para el próximo año, así como la construcción de más fábricas para suplir la creciente demanda, informó el viernes la prensa estatal.
Pyongyang ha incrementado durante los últimos años las pruebas de sus proyectiles, dirigidas, según analistas, a mejorar las capacidades de ataque de precisión, desafiar a Estados Unidos y a Corea del Sur, y probar armas antes de potencialmente exportarlas a Rusia.
Durante una visita a fábricas de munición acompañado por altos funcionarios, Kim ordenó a las fábricas "seguir ampliando la capacidad de producción general" para mantener el ritmo de la demanda de las fuerzas armadas, según la agencia estatal de noticias KCNA.
"El sector de producción de misiles y proyectiles es de importancia primordial para reforzar la disuasión bélica", añadió el dirigente norcoreano.
La visita de Kim fue reportada un día después de que la prensa estatal dijera que había recorrido una fábrica de submarinos de propulsión nuclear, donde prometió contrarrestar la "amenaza" de que Seúl produzca naves de este tipo.
Detalló además un plan de reorganización naval y se informó sobre la investigación de "nuevas armas secretas submarinas", según la KCNA, sin dar más detalles.
Estas últimas acciones se enmarcan en un contexto de creciente tensión en la península coreana. Corea del Norte ha realizado una serie de pruebas de misiles balísticos y nucleares en los últimos años, en un esfuerzo por mejorar su arsenal y disuadir a sus adversarios.
La orden de Kim de expandir y modernizar la producción de misiles es una señal clara de que Pyongyang está decidido a seguir fortaleciendo su programa de armas, a pesar de las sanciones internacionales y la presión diplomática.
Se espera que el gobernante Partido de los Trabajadores de Corea del Norte celebre su primer congreso en medio decenio a comienzos de 2026, donde los responsables de políticas debatirán planes de desarrollo económico y militar para los próximos cinco años. Esta reunión podría ser un momento clave para conocer los próximos pasos de Corea del Norte en materia de defensa y seguridad.












