Ante las crecientes tensiones en la península coreana, el líder norcoreano Kim Jong Un ha ordenado este viernes ampliar y modernizar la producción de misiles en el país durante el próximo año. La medida incluye la construcción de nuevas fábricas para satisfacer las demandas del Ejército.
Durante una visita a una fábrica de municiones, Kim Jong Un afirmó que "el sector de producción de misiles y proyectiles es de vital importancia para fortalecer la disuasión militar" de Corea del Norte. El dirigente defendió la necesidad de "elevar continuamente el nivel de modernización de la industria de municiones" a través de la creación de nuevas empresas y la actualización constante de las fábricas existentes.
Estas declaraciones se dan apenas un día después de que Kim Jong Un visitara una planta dedicada a la fabricación de submarinos nucleares, donde señaló que "dada la negativa situación de seguridad (...) es una tarea urgente y una opción indispensable acelerar aún más el desarrollo radical de la modernización y el armamento nuclear de la fuerza naval" norcoreana.
Paralelamente, el Ministerio de Defensa de Corea del Norte ha denunciado la entrada de un submarino nuclear estadounidense en aguas de Corea del Sur, el 'USS Greeneville', y ha advertido que Washington "es cada vez menos disimulado en sus intentos de crear un elemento grave de inestabilidad nuclear" en la región.
Pyongyang ha subrayado que "nada cambiará, por muy a menudo que Estados Unidos despliegue sus submarinos nucleares" y que "estudiará contramedidas" en línea con "la doctrina de contención mutua entre Estados con armas nucleares".
La escalada de tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, así como sus aliados en la región, se produce en un momento de gran incertidumbre geopolítica. Las declaraciones de Kim Jong Un y las acciones de Corea del Norte sugieren que el país seguirá fortaleciendo su capacidad militar y nuclear, lo que podría desencadenar una nueva ronda de tensiones y desafíos en la península coreana.
