La Navidad es una época de celebración y tradición en todo el mundo, y Brasil y Portugal no son la excepción. Estos países tienen sus propias costumbres y formas de honrar esta festividad, que traen alegría y unión a las familias.
En Brasil, la Navidad se vive con gran entusiasmo, especialmente para los más pequeños. "Cada qual adormeceu ontem pensando em Papai Noel, no presente que ele traria, altas horas da noite", describe el texto. Los niños dejan sus zapatos debajo de la cama, esperando que Papá Noel los llene de regalos durante la noche.
La escena en las casas es de gran júbilo, con "o alvoro o dos sorrisos, no interior dos lares" y las campanas repicando alegremente. La emblemática "árvore simbólica, com seus dourados pomos" se alza como el centro de las celebraciones, esparciendo su luz y guirnaldas sobre las familias reunidas.
Incluso los niños internados en la Santa Casa de Misericordia no son olvidados. Gracias a la iniciativa del Dr. Mario Totta y la generosidad de diversos donantes, estos pequeños pacientes también podrán disfrutar de una fiesta navideña con regalos y una hermosa decoración.
Por otro lado, en Portugal, la Navidad mantiene "a doce poesia das festas de família" en la provincia, especialmente en la región del Oporto y el Miño. Al caer la noche, se escuchan los golpes en las puertas mientras llegan los familiares para tomar parte del banquete navideño.
Las abuelas se engalanan con sus mejores galas, dando la bienvenida a los seres queridos con abrazos. La casa se llena de "vozes alegres e amigas" y el aroma de los platos recién preparados. La mesa se viste con la "grande toalha rica" y los cubiertos de plata brillan bajo las luces encendidas.
Tanto en Brasil como en Portugal, la Navidad sigue siendo una época de unión familiar, tradiciones ancestrales y profunda espiritualidad, iluminando los hogares con alegría y amor.
