El Hospital Nacional Rosales, uno de los centros de salud más importantes de El Salvador, ha sido escenario de un proceso de despidos masivos que ha generado alarma y protestas entre los trabajadores del sector, los sindicatos y amplios sectores de la ciudadanía.
Según versiones de los mismos trabajadores afectados, aproximadamente mil empleados del Hospital Rosales fueron notificados de que sus plazas han sido suprimidas, lo que ha desatado un clima de incertidumbre y preocupación en la institución y en todo el sistema de salud pública del país.
Los despidos se enmarcan en un contexto de reestructuración y recortes presupuestarios que afectan al sector salud en El Salvador. Desde el Gobierno se ha argumentado la necesidad de optimizar los recursos y mejorar la eficiencia de los servicios, pero los trabajadores denuncian que estas medidas ponen en riesgo la calidad de la atención médica y vulneran los derechos laborales.
"Estamos muy preocupados porque estos despidos masivos van a afectar gravemente la capacidad del hospital para brindar una atención adecuada a la población. Somos un centro de referencia nacional y la falta de personal puede tener consecuencias dramáticas", señaló uno de los empleados afectados, quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias.
Los sindicatos del sector salud han convocado a movilizaciones y protestas para exigir la restitución de los puestos de trabajo y denunciar lo que consideran un atropello a los derechos de los trabajadores. Asimismo, han solicitado una audiencia con las autoridades del Ministerio de Salud para exponer sus demandas y buscar una solución al conflicto.
"Estos despidos son inaceptables y ponen en riesgo la salud de todos los salvadoreños. Vamos a seguir luchando hasta que se respeten nuestros derechos y se garantice la continuidad de los servicios de salud", afirmó el secretario general de uno de los sindicatos más representativos del sector.
Desde el Gobierno, las autoridades han defendido las medidas adoptadas, argumentando que son necesarias para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios de salud. Sin embargo, los trabajadores y los sectores críticos consideran que estas acciones obedecen a una lógica de recorte presupuestario y de debilitamiento del sistema público de salud.
La situación en el Hospital Rosales refleja una problemática más amplia que afecta al sector salud en El Salvador. Los trabajadores advierten que los despidos masivos son solo la punta del iceberg y temen que se produzcan más recortes y reestructuraciones que pongan en riesgo la atención médica de la población.











