La jueza federal Beryl Howell falló que el gobierno de Trump puede proceder con un aumento de US$100.000 en la tarifa de solicitud de las visas H-1B, un duro revés para las empresas tecnológicas de Estados Unidos que dependen de la contratación de trabajadores extranjeros calificados.
En su fallo emitido el martes, la jueza Howell rechazó el argumento de la Cámara de Comercio de EE.UU. de que el presidente Trump no tenía autoridad para imponer dicha tarifa. La magistrada concluyó que la proclamación presidencial se emitió en virtud de "una concesión expresa de autoridad estatutaria al presidente".
"Aquí, el Congreso ha otorgado al presidente una amplia autoridad estatutaria, que él ha utilizado para emitir la proclamación y abordar, de la manera que considere adecuada, un problema que percibe como una cuestión de seguridad económica y nacional", escribió la jueza Howell en su decisión.
La Cámara de Comercio, el mayor grupo de lobby empresarial del país, había demandado al gobierno argumentando que el aumento de la tarifa es ilegal porque contradice la ley federal de inmigración y excede la autoridad para fijar tarifas otorgada por el Congreso. Sin embargo, la jueza federal desestimó estos argumentos.
El programa de visas H-1B es un pilar de la inmigración laboral en Estados Unidos y permite a las empresas contratar trabajadores extranjeros con educación universitaria para ocupaciones especializadas. En septiembre, el presidente Trump firmó una proclamación para aumentar la tarifa de solicitud con el objetivo de desalentar a las empresas que, según afirmó, abusan de este programa y desplazan a trabajadores estadounidenses.
La decisión de la jueza Howell es un revés importante para la industria tecnológica, que depende en gran medida de la contratación de talento global a través del programa H-1B. Daryl Joseffer, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, expresó su decepción con el fallo y dijo que la tarifa de US$100.000 vuelve "prohibitivo" el costo de estas visas.
La Cámara aún puede apelar la decisión, pero por ahora el gobierno de Trump ha obtenido una victoria clave en su campaña por restringir la inmigración laboral y priorizar la contratación de trabajadores estadounidenses.
