Los vendedores del centro de Tegucigalpa, Honduras, han implementado una estrategia de ofertas a mitad de precio para reactivar las ventas y atraer a los compradores en un cierre de año marcado por las dificultades económicas.
Desde inicios de diciembre, la Asociación de Vendedores del Centro de la Capital instaló un mercado temporal en el paseo Liquidámbar, donde ofrecen ropa y calzado a precios rebajados a la mitad con el objetivo de competir con los centros comerciales y aumentar el flujo de clientes.
Zaid González, tesorero de la asociación, explica que prendas que normalmente cuestan entre 600 y 800 lempiras en las tiendas formales, ahora se ofrecen entre 400 y 450 lempiras. En el caso del calzado, los pares que rondan los 1.000 lempiras bajan a 500 o 600 lempiras. "La idea es atraer clientes y mover inventario", resume González.
Los comerciantes coinciden en que el año 2022 dejó un saldo difícil, con las ventas resentidas y un consumo más cauteloso por parte de los clientes. En ese escenario, las rebajas no son solo una promoción, sino una respuesta directa a meses de baja actividad y una forma de mantener en marcha la economía diaria de quienes viven del comercio.
"Lo que esperamos es cerrar el año vendiendo lo suficiente para sostenernos y empezar enero con un respiro", dice uno de los vendedores, quien aclara que no se trata de buscar grandes ganancias, sino de "recuperar algo de lo perdido, pagar deudas y llevar algo seguro a la casa".
La estrategia implementada por los comerciantes es sencilla y frontal: ofrecer productos a mitad de precio para atraer a los compradores. En un contexto de dificultades económicas, vender más barato se ha convertido en la vía para resistir, volver a convocar al comprador y mantener vivo un comercio que, pese a los desafíos, se niega a apagarse.
