El hombre que el pasado viernes 19 de diciembre de 2025 mató a tres personas e hirió a otras once en Taipéi, Taiwán, con bombas de humo y un arma blanca, había estado planeando meticulosamente el ataque durante más de un año y medio, según informó la Policía de la ciudad.
Chang Wen, de 27 años, perpetró dos ataques consecutivos: primero en la estación principal de tren de Taipéi y, minutos después, en un centro comercial situado a unos 600 metros al norte. El agresor, sobre el que pesaba una orden de detención por saltarse el servicio militar obligatorio, también falleció tras lanzarse desde el sexto piso del edificio.
Según el jefe de la División de Investigación Criminal de la Policía de Taipéi, Lu Chun-hung, Chang comenzó a adquirir artículos con "posibles propiedades ofensivas o defensivas", como guantes tácticos, una máscara de gas, un escudo protector y alcohol industrial, en abril de 2024. A mediados de enero de este año, compró 24 bombas de humo de fabricación china a través de plataformas de comercio electrónico, alegando que las utilizaría en un juego de supervivencia.
De esas 24 bombas de humo, Chang lanzó 17 en la estación principal de metro de Taipéi y otras cuatro se incendiaron y quedaron destruidas dentro de una bolsa que llevaba consigo. Otras tres bombas fueron arrojadas frente a los grandes almacenes donde ocurrieron parte de los ataques, pero solo una de ellas llegó a explotar.
Además, a partir de noviembre, Chang también adquirió bidones de gasolina, cartuchos de gas, encendedores y alcohol metílico con la intención de fabricar cócteles molotov, aunque finalmente no los utilizó en los ataques.
La Policía señaló que el prolongado período en el que el hombre realizó las compras, así como el uso de un seudónimo para adquirir los artículos, sugieren que había preparado el ataque con bastante antelación. Otros aspectos del suceso, como el lugar de origen de Chang, el contenido de un ordenador portátil quemado y las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, siguen siendo objeto de investigación.
Tras los incidentes, las autoridades reforzaron la presencia policial durante la maratón de Taipéi del domingo y prevén elevarla también de cara a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Por otra parte, el Gobierno de Taiwán aseguró que, por el momento, "no existe una relación clara" entre el ataque y posibles "fuerzas externas".
