En 2025, América Latina se consolidó como la región más peligrosa del mundo para el ejercicio del periodismo, fuera de las zonas de guerra. Según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), al menos 17 periodistas fueron asesinados en la región, lo que representa más de una cuarta parte (26,87%) de los asesinatos de periodistas ocurridos a nivel mundial.
La mayoría de estos crímenes tuvieron lugar en México, donde fueron asesinados 9 periodistas durante el primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien había hecho importantes compromisos para fortalecer las políticas de protección. Artur Romeu, director de la oficina para América Latina de RSF, calificó estas cifras como "particularmente tristes" y que "sobrepasan cualquier parámetro que se pueda tener en términos de violencia contra el gremio".
Además de México, otros países de la región también registraron un aumento alarmante en los asesinatos de periodistas. En Ecuador, dos periodistas fueron asesinados este año, mientras que en Perú, un país que no había registrado asesinatos de periodistas desde 2016, ya se contabilizan tres crímenes en lo que va del 2025, algo "absolutamente inédito" para el país, según Romeu.
Colombia y Honduras también reportaron el asesinato de un periodista cada uno, siguiendo el mismo modus operandi observado en otros países: periodistas de pequeños medios o con sus propias páginas de Facebook, hiperlocales, sin el respaldo institucional de una gran redacción, que son asesinados por sicarios.
Según Romeu, esta lógica de participación directa del crimen organizado como controladores de áreas y regiones del país, donde imponen sus propias leyes de silencio, es un elemento transversal que destaca RSF en su informe anual. El odio y la impunidad son "motores de legitimación de la violencia" contra los profesionales de la prensa en todo el mundo.
Defensores de la libertad de prensa también observan un deterioro general de la libertad de expresión en la región. Un informe de la Unesco señala que la libertad de expresión disminuyó un 6,86% entre 2012 y 2024, con las mayores disminuciones registradas en la autocensura de medios, restricciones a medios y a la libertad académica y cultural.
Cristina Zahar, coordinadora para América Latina del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), calificó la situación como "alarmante" y advirtió que la impunidad "colabora para este terrible panorama". Según el CPJ, hasta mediados de diciembre de 2025 se habían registrado 12 crímenes de periodistas en la región, un 71% más que en 2024.
